Como no siempre es posible hacer compost en el propio domicilio, ya que no toda la población dispone de conocimientos y un espacio al aire libre para poder hacerlo, muchas familias deciden hacerlo de forma conjunta.
El compostaje comunitario es un paso más en el modelo de gestión de residuos, porque supone hacer compost de forma colectiva en un punto común, normalmente algún jardín, parque o espacio público cerca de los hogares. También es la opción elegida por una población implicada que quiere colaborar con las iniciativas locales o municipales.
El compostaje comunitario implica compartir un espacio, una actividad y el interés en colaborar con la conservación del medio ambiente más cercano. Que varias personas se involucren en un proyecto común, con un beneficio general más que particular, la coordinación y seguimiento directo por parte de voluntarios o maestros compostadores, etc. son aspectos que otorgan al compostaje comunitario un valor añadido frente al doméstico.